Últimos días en Guanacaste.

La playa de Samara es un catálogo de olas. Pero no es una excepción en la costa pacífica. Desde que llegamos a la orilla de este océano, el rumor continuo de las olas nos ha acompañado día a día. Por la mañana nos levantamos pronto. Estaba encapotado pero la temperatura era alta, como siempre en esta zona. Teníamos pensado desayunar y darnos un baño.

Tracción Cuatro.

Los núcleos rurales de la península de Nicoya están comunicados por carreteras sin asfaltar. Son, como la pista que nos trajo a Montezuma, vías anchas pedregosas y muy bacheadas.
La pista que sale hacia el norte es como esperábamos, ancha y fácil, así que decidimos seguir la línea de costa y dejar el GPS en la guantera para que fuera más divertido.

La Península de Nicoya.

Viajamos deprisa para procurar aprovechar el día. Acertamos en hacerlo un domingo por la mañana ya que el tráfico es bastante menos intenso que a diario. No habían pasado más de unos cuantos kilómetros cuando hicimos la primera parada. En un «parqueo» de la carretera habían instalado unos altavoces y un locutor vociferaba hasta desgarrarse las cuerdas vocales. «Riesgoooooo eso es lo que queremos» y las 30 o 40 personas que allí había se volvían locas.

LuciMari.

Después de volver del parque paramos en un súper e hicimos la compra para hacer la comida en la zona común del hostel. Hay que intentar ahorrar un poco. Las marcas de los productos aquí, son muchas comunes a las que tenemos en cualquier supermercado en nuestro país. Y los precios tampoco difieren demasiado.

El Arca de Noe.

Toda la gente que fuimos conociendo durante el viaje nos recomendaron que cuando quisiéramos ver animales, debíamos movernos lo las temprano posible. Es cierto que Manuel Antonio es de los parques más turísticos pero también uno de los que más fácil es ver animales en estado salvaje, así que salimos para llegar a la apertura del parque (8 am).

Explorando el Pacífico.

Eran las 5 de la mañana y ya estábamos con los ojos abiertos, así que tras darle un par de toques al blog y publicar la entrada, bajamos a la playa. En aquel momento estaba completamente desierta y el sol todavía bajo sombreaba la playa en zigzag. La temperatura era muy agradable así que nos dimos un baño.

Lava y Océano.

Retorcí el 4×4 para cambiar de sentido en aquella estrecha carretera. Mientras, Almu se peleaba con el GPS para buscar una ruta alternativa, pero no había manera. Cuando conseguí poner rumbo de vuelta vimos que justo detrás nuestra una pareja estaba a punto de empezar la maniobra. Parecían costarricenses así que

Entre volcanes (Bis)

Como ayer no podía con el sueño cuando decidí cortar la entrada, dejo aquí un par de fotillos más y en cuanto pueda me pongo con la tarde del día de ayer. Esta vez estamos acumulando retraso demasiado pronto! Necesito un día que no pase nada!